Inicialmente estaban mezcladas el agua del mar, el agua de los ríos y la niebla, en un solo cuerpo u cada una personificada por tres dioses: la madre Tiamat, el padre Apsu y el visir Mummu.
El agua del mar y el agua de los ríos engendraron a Lahmu y Lahamu, dioses que representaban el sedimento (suelo, lodo), y éstos a su vez engendraron a Anshar y Kishar 8aunque no está del todo claro, si son hijos de Lahmu y Lahamu o de Apsu y Tiamat), los dos horizontes, límites de Todo el Cielo y de Toda la Tierra, y éstos a su vez engendraron a An.
En un principio la Tierra y el Cielo estaban unidos y fueron una montaña que emergió del Océano primitivo. El pico de la montaña, que tenía su base en la Tierra, tocó el Cielo. An, era el Cielo y Ki/Ninhursag la Tierra. Nammu, madre de Ki, era el Océano primigenio que rodeaba la Tierra, el caos original.
An y Ki engendraron un hijo, Enlil (Señor del aire), al nacer separó al Cielo de la Tierra, y así se creó el día (el alba).
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